Monday, July 11, 2011

Entrenamiento del Cerebro

por Ivo Gavranovich

Hace años, la ciencia del cerebro era un misterio. Hoy en día, sabemos bastante sobre el cerebro humano. Por ejemplo, hoy sabemos que:

* Nuestro cerebro tiene la capacidad permanente para adaptarse y ampliarse. No importa la edad que tenemos, nuestro cerebro está siempre buscando nuevas y mejores formas para reorganizar las vías nerviosas (autopistas de la información, si se quiere llamarlas) e incluso construir otras nuevas.
* Estas "autopistas de la información" neuronales, son la base de nuestras habilidades cognitivas. Habilidades cognitivas, no sólo constituyen el IQ (coeficiente intelectual), sino que también determinan la eficiencia con que somos capaces de procesar la información en cada área de nuestras vidas.
* No importa la edad que tenemos, nuestra capacidad mental (e incluso nuestro IQ) No son "inamovibles". Debido a que el cerebro siempre está en constante adaptación y creación, nuestra capacidad de pensar, recordar y aprender nunca es estática, siempre puede ser actualizado y mejorado.

La habilidad del cerebro para adaptarse y crecer se llama "neuroplasticidad". La neuroplasticidad es la ciencia que está detrás del entrenamiento del cerebro.

El entrenamiento del cerebro es una manera simple y poderosa para mejorar la capacidad de una persona para aprender más rápido, más fácil y mejor. El cerebro procesa la información a través de una compleja red de células nerviosas llamadas neuronas. A medida que aprendemos, agrupaciones de neuronas trabajan juntas para lograr el aprendizaje o realizar tareas de pensamiento. La investigación muestra que algunas neuronas adicionales cercanas, son involucradas en este proceso cuando la tarea es nueva o desconocida, o cuando el aprendizaje demanda una mayor intensidad. Una vez que la tarea es dominada, las neuronas prestadas son liberadas para volver a sus deberes habituales. Sin embargo, las ganancias en eficiencia y velocidad de procesamiento, requeridos para esa tarea, quedaron insumidas e hicieron las tareas de aprendizaje más fáciles.

Neuroplasticidad, define la capacidad del cerebro para cambiar y modificar la actividad de las neuronas y sus conexiones, en respuesta a la demanda de un mayor aprendizaje. La materia gris en realidad puede encogerse o engrosarse, además las conexiones neuronales pueden ser olvidadas y repotenciadas, o se pueden debilitar sobre la base de ciertas actividades ambientales. Se puede aprovechar la neuroplasticidad, mediante el entrenamiento del cerebro con ejercicios especialmente diseñados, para promover el fortalecimiento y el crecimiento rápido de las conexiones neuronales.

Para realizar estos ejercicios, el cerebro se ve obligado a fortalecer, reorganizar e incluso crear nuevas vías neuronales. En otras palabras, el entrenamiento "reconecta" el cerebro para tener un rendimiento más eficiente que antes.

Habilidades cognitivas, tales como memoria, atención, procesamiento sensorial y el razonamiento, se pueden aumentar con un entrenamiento apropiado. Esto aumenta la función cerebral y produce recuerdos más precisos, rápido procesamiento, y hace más fácil el aprendizaje. El entrenamiento del cerebro refuerza cada una de las habilidades cognitivas (que son como los engranajes de un sistema) que hacen que el proceso de aprendizaje corra más fluído. La clave es, ser capaz de identificar con precisión el ejercicio correcto para el mecanismo cerebral que deseamos mejorar.

El entrenamiento del cerebro refuerza las habilidades individuales de aprendizaje. La información se convierte en conocimiento a través de un camino que se basa en las habilidades cognitivas individuales, tales como el procesamiento auditivo y visual y la memoria. Diferentes combinaciones de habilidades son requeridas según los desafíos de aprendizaje diferentes. Si las habilidades requeridas son débiles, el aprendizaje (que se basa en cada habilidad particular) se verá afectado.

Según el Dr. John Ratey la Escuela Médica de Harvard y autor de A User’s Guide to the Brain (Una Guía de Usuario para el Cerebro), usando su cerebro lo mantiene con vitalidad y en crecimiento; y no usarlo, lo lleva a la decadencia. Dr. Ratey concluye que, "por primera vez, estamos aprendiendo a ver las debilidades mentales, como sistemas físicos que necesitan de entrenamiento y práctica."

Utilizando tecnología de resonancia magnética, que crea imágenes detalladas del cerebro en funcionamiento, los científicos han documentado que, por citar un ejemplo, los cerebros de los "buenos" lectores y de los “pobres” lectores están "programados" para funcionar de manera diferente.

El entrenamiento del cerebro puede ser aplicado con éxito en casos como estos:

* Estudiantes con bajo rendimiento académico que se encuentran por debajo de nivel que les corresponde y necesitan mejorar.
* Niños y adultos que buscan un aprendizaje competitivo o ventaja de rendimiento. Se ha encontrado que el IQ (coeficiente intelectual) se puede aumentar hasta en 15 puntos.
* Atletas de alta competición que buscan una ventaja "mental" en su disciplina.
* Personas que buscan mejorar la habilidad de lectura y fluidez verbal.
* Niños con trastornos del desarrollo, tipo autismo, o ciertos retrasos mentales, que se someten a estos tratamientos con resultados positivos.
* Personas con lesión cerebral traumática, para recuperar la función mental perdida.
* Adultos mayores que desean prevenir enfermedades relacionadas con la edad, como pérdida de memoria y deterioro mental en general.

Tuesday, May 31, 2011

Somos lo que los demás esperan que seamos

por Ivo Gavranovich

El título de este artículo nos lleva a hablar del efecto Pigmalión, también conocido como de las profecías autocumplidas. En una investigación, se le dijo a varios profesores que iban a dar clases a un grupo de alumnos muy brillantes, con un cociente intelectual elevado. En realidad, los alumnos habían sido elegidos al azar. Paralelamente, a los mismos profesores se les dijo que iban también a dar clases a otro grupo de alumnos con desempeño normal, nada extraordinario que habían sido elegidos al azar. Los resultados de esta investigación fueron que el grupo de alumnos que se habían considerado más capacitados, obtuvieron un progreso mayor al final de curso en comparación con el grupo que se habían considerado alumnos con coeficiente intelectual normal. Es que claro, los profesores al considerar más inteligentes a ciertos estudiantes, tienden a rendir mejor con ellos.

Las profecías autocumplidas forman parte de las primeras impresiones que una persona se forma sobre otra o un grupo de ellas. Si crees que alguien va a actuar de una determinada manera, lo más probable es que le transmitas de forma no verbal tus expectativas y que esa persona actúe de acuerdo con ellas. Una persona que admite que la gente le rechaza o lo evita, seguro que actúa tímidamente con los demás cuando se relaciona; por ejemplo, no mira a la cara, tiene una postura encogida y rígida, habla de cosas negativas, etc. Los demás al ver esto, es normal que cumplan sus expectativas; es decir, que le confirmen sus temores.

El Efecto Pigmalión se puede utilizar para tener resultados positivos o negativos. Por ejemplo, algunos vendedores lo usan de forma muy positiva, cotidianamente con éxito. Basta con imaginar que las cosas van a funcionar de forma correcta a la hora de vender.

Para profundizar un poco más sobre este efecto, los invito a leer en wikipedia.

Wednesday, May 4, 2011

Las Creencias son el Origen de tu Ansiedad

Por Ivo Gavranovich

Tú puedes tener las más maravillosas técnicas, tener una extraordinaria capacidad para comprender y dominar lo que haces, haber asistido a cursos, congresos y haberte leído miles de libros. Tú puedes ser capaz de entender todo el proceso para operar en la bolsa de valores, por citar un ejemplo, y tener toda la técnica, el conocimiento, y las herramientas para ganar dinero en ella, pero a menos que las creencias sobre las inversiones en bolsa estén en concordancia con lo que deseas, los nuevos procesos que apliques no funcionarán.

Si tú no cambias tus creencias, los procesos no funcionarán, porque te estarías transmitiendo, por ejemplo, la idea de que sólo si estás pegado en la pantalla de tu ordenador, mirando los gráficos de precios, conseguirás ganar dinero en la bolsa.

Tú puedes cambiar el entorno de una situación o a una persona, modificar tus conductas, cambiar tus estrategias, pero si además no cambias tus propias creencias, no vas a conseguir nada de lo que quieres.

Ahora bien, no toda ansiedad es mala. Hay dos tipos de ansiedad. La ansiedad que cumple una función positiva, que nos ayuda a identificar y manejar riesgos reales. Y también existe, la ansiedad que cumple una función negativa, que nos bloquea y nos conduce al fracaso.

La ansiedad es la respuesta que tenemos los seres humanos cuando nuestro cerebro detecta que existe un peligro que pone en riesgo una parte de nuestra vida.

Sin embargo, nuestro cerebro nos juega malas pasadas de vez en cuando. ¿Qué pasa si nuestro cerebro interpreta como peligroso algo que quizás es inofensivo. Entonces, envía inmediatamente síntomas de ansiedad. En este caso, la ansiedad sería del tipo negativa.

Por otro lado, si existe un peligro real, la ansiedad hace que huyamos para ponernos a salvo de ese peligro. En este caso, estamos hablando de que la ansiedad cumple una función positiva. Un ejemplo de este caso podría citar a las personas que alimentan a los leones en un zoológico; si hacen caso omiso a su ansiedad y como resultado no tienen cuidado a la hora de realizar su trabajo, seguro que saldrán dañados de esta misión.

De aquí en adelante, vamos a profundizar un poco más sobre la ansiedad que cumple una función negativa, que es la que nos trae problemas. Esta ansiedad es la consecuencia de que no hemos sabido adaptarnos a cambios que se han producido en nuestra vida producto de nuevos emprendimientos, ya que tenemos algunas creencias limitantes sobre éstos.

Veámos la analogía entre la manera de funcionar de la ansiedad con la manera de funcionar del cerebro. Para el cerebro, cuando algo tiene especial importancia, éste produce una respuesta emocional. Sin importar si la respuesta es positiva o negativa, el cerebro repite la misma respuesta emocional ante el mismo estímulo externo, tantas veces como se presente. Por ejemplo, ante un aroma o una canción que nos recuerda algo especial, se viene automáticamente el recuerdo, positivo o negativo, a nuestro cerebro.

La ansiedad funciona de la misma manera. La reacción de miedo está anclada o enganchada a un determinado estímulo externo. La ansiedad produce una serie de síntomas en el sistema nervioso con la finalidad de poner a salvo la parte de nuestra vida que está comprometida. Síntomas como sudoración, palpitación, taquicardia, falta de aire, siento un “nudo en el corazón”, frustración, son algunos ejemplos de ansiedad. Ya hemos dicho que esto es bueno si el riesgo es real. Pero es un problema si el riesgo es inexistente o mínimo en comparación con lo positivo que podamos obtener de la situación. Una vez que la ansiedad se ha anclado en tu interior, cada vez habrá más estímulos que te produzcan esta reacción de ansiedad.

La ansiedad no tiene un origen genético, ni se hereda. La ansiedad no tiene un origen orgánico ni biológico. Algunos laboratorios farmacéuticos dicen que han descubierto una u otra pastilla que te salva de la ansiedad, y hasta tenemos algunos psicólogos que las recetan a sus pacientes. Pero, lo cierto es que la ansiedad depende de tus creencias y por lo tanto, los nuevos procesos funcionarán sólo si cambias tus creencias.

Por lo tanto, la mejor forma de combatir la ansiedad (negativa), es cambiando tus creencias limitantes, por otras que estén en concordancia con tus deseos.